Los viajes en el tiempo son algo que fascina a todo nerd, si bien la teoría ha estado presente a lo largo de muchos años, hay pocos libros que toquen el tema a profundidad y en ese tenor es La Máquina del Tiempo de H. G. Well el más icónico.
Prácticamente todo lo que conocemos sobre viajes en el tiempo proviene de 2 fuentes, una es la teoría de la relatividad de Einstein y la otra este libro publicado en 1895 por el escritor inglés H. G. Wells.
Contrario a la costumbre de la literatura de ciencia ficción, en La Máquina del Tiempo no se profundiza mucho en la teoría para realizar tal hazaña, quizá porque no habría forma de hacerla creíble. En este libro se nos narra la historia de un viajero del tiempo (así referido en la novela pues nunca se nos dice su nombre) quien le cuenta a sus amigos sobre su invención de una máquina capaz de moverse a través del tiempo sin moverse en el espacio.
La narración se divide en dos partes, primero lo tenemos a él hablando con sus amigos acerca de la teoría del viaje en el tiempo (como dije, sin profundizar demasiado) explicando la ya conocida idea de que, además de nuestras tres dimensiones el tiempo sería la cuarta (algo de lo que hablaré en su momento). En otras palabras, el viajero del tiempo explica que, así como somos capaces de movernos adelante, atrás, a los lados y arriba y abajo, también nos movemos continuamente a través del tiempo, aunque sin la capacidad de decidir cómo movernos, y que con su invento es capaz de manipular la dirección que se toma a través de la cuarta dimensión. Al finalizar un pequeño ejemplo se despide de sus amigos y acuerdan reunirse a cenar la noche siguiente.
Es en esa cena donde ocurre la segunda parte de la narración que es la que compone el grueso del libro (que no es muy largo). Los invitados, al llegar a la casa del viajero, son notificados de que su amigo no se encuentra en casa pero que inicien la cena, y es ahí donde vuelve a aparecer el viajero, visiblemente demacrado, con heridas que ya comienzan a cicatrizar y la ropa rota, después de cenar procede a contarles su historia.
Resulta que viajó 800 mil años al futuro y encontró un mundo muy diferente al que conocemos. Un mundo poblado por criaturas similares a los humanos llamados Eloi, quienes son de baja estatura y de rasgos muy delicados, como niños, ellos se dedican a comer, jugar y… tener mucho sexo. Su primera impresión fue que la humanidad había alcanzado el grado máximo de perfección, viviendo en una sociedad comunista donde el individuo vive para el grupo y donde las necesidades materiales, así como los conflictos, han sido ya olvidados. Pero no todo es tan agradable pues su máquina del tiempo es robada y eventualmente descubre que los Eloi no son los únicos descendientes de la humanidad, otras criaturas, más agresivas, viles y menos inteligentes, llamados Morlocks, viven bajo tierra y aterrorizan a los indefensos Eloi.
En esta parte el protagonista, así como el propio Wells, hace una comparativa entre las clases sociales puesto que interpreta a los Eloi como la clase alta (después de todo viven en la parte de arriba del planeta), quienes se entregaron a los placeres gracias a su histórica capacidad económica, olvidando los problemas pues todo era solucionable con dinero y, por eso mismo, perdiendo la capacidad de pelear e incluso de razonar. Los Morlocks por su parte, son la clase obrera, subvalorados y bajo las órdenes de las clases superiores. Los Morlocks tuvieron que desarrollar una alta capacidad inventiva y fortaleza física para trabajar para los Eloi y finalmente se revelarían contra ellos. Se trata de dos especies descendientes de los humanos y que evolucionaron de forma diferente y distante debido a sus diferencias sociales. No tan lejos de la realidad si vemos que un trabajador de la tierra es físicamente más fuerte que cualquier ejecutivo de una empresa internacional.
El viajero narra sus peripecias en el mundo del futuro, sus problemas para comunicarse con los Eloi y sus enfrentamientos con los Morlocks. Honestamente durante una buena parte del libro la historia parece simplemente dar vueltas sin llegar a algún lado, incluso dejé de leer por varios días ya que no me sentía atraído a completar el libro, afortunadamente las cosas mejoran una vez que aparecen los Morlocks, demostrando, nuevamente, que una buena historia siempre necesita un buen villano. Ya con una amenaza tangible, la historia se vuelve interesante pues ahora el viajero debe ingeniárselas para recuperar su máquina para volver a casa, al mismo tiempo que se cuida de la noche y enfrenta ocasionalmente a los Morlocks que, al parecer, más bien sienten curiosidad hacia él.
A diferencia de lo que vimos en la película con Guy Pearce, aquí no hay un líder Morlock que nos diga la excusa más básica de por qué no podemos cambiar el pasado (que si cambiamos el pasado perderíamos la motivación de viajar al pasado para cambiarlo… tonterías y más adelante explicaré por qué). Los Eloi tampoco son latinos ni africanos, más bien me los imaginé similares al Niño de Cobre de Los Halcones Galácticos. Los Morlocks también son pequeños, aunque ágiles, no son amenaza para un ser humano adulto normal.
Eventualmente el viajero recupera su máquina y viaja hasta 30 millones al futuro, encontrando a un planeta muy diferente, sin rastros de vida inteligente, para finalmente volver a su época y contar su historia (la cual no es creída). Dejándonos así pensativos sobre si los viajes en el tiempo (desde el punto de vista de la ficción) son posibles.
Aunque se trata de una novela muy famosa, La Máquina del Tiempo no me pareció una obra maestra, tiene sus buenos momentos y trata un tema que me apasiona pero no llega a los niveles emocionantes que otros libros de otros géneros sí alcanzan. Habiendo leído ya un par de novelas de Wells, siento que se debe a que ese es su estilo, le cuesta trabajo ponerse interesante o dejar una marca, y aunque finalmente lo logra, lo hace menos eficientemente que otros autores que he leído hasta el momento. Un libro interesante y a ratos entretenido, pero de lo menos genial que he leído en la novela clásica.



							
							
							
Juan Villicaña
11 Jul 2012Esté es un libro qué en su tiempo fue inovador y del cual muchos cuentos en su tiempo depredarón muchas historias. Concuerdo contigo al respecto de qué es una lectura muy pesada.
Jurgen
11 Jul 2012Mas que pesada me parece carente de emocion, al igual que La Guerra de los Mundos, es una historia muy fria, vista desde una perspectiva apatica, seguramente a causa de los protagonistas sin caracter que tenemos en ambos libros. Aunque me gusto mas que La Guerra de los Mundos.
Lumen
11 Jul 2012Como dice Juan, creo que el gran aporte de Wells mas que su estilo de narración, es su innovación, prácticamente es el padre de la ciencia ficción y sin el no tuvieramos muchas historias fantásticas de personas a las que inspiro, creo que ese es mas su merito, ya que como dices a los libros les falta un no se que, aunque entre este y la guerra de los mundos, me quedo con el primero.
Jurgen
11 Jul 2012Wells es muy influyente y si, es considerado un icono de la ciencia ficcion, pero definitivamente no es el padre, ni tampoco el mejor (aunque quiza el mas famoso). Segun la wiki, su primer obra publicada es precisamente esta, la maquina del tiempo, en 1895, mientras que un mejor escritor de ficcion como Julio Verne publico su primera obra, Cinco semanas en globo, en 1863, y aunque quiza no sea ficcion (pues no la he leido), Viaje al centro de la tierra definitivamente si lo es y fue publicada en 1864, y es mucho mejor historia que las 2 de Wells de las que he escrito.
En fin, reconozco la relevancia y fama de Wells y definitivamente leere mas de el, pero no se trataba de un gran escritor, al menos no en comparacion con otros contemporaneos (como adelanto, lei ya El Hombre Invisible y es mucho mejor que estas otras 2 obras, pero la reseña llegara en octubre).
Lumen
11 Jul 2012Tienes razón olvide completamente a Julio Verne que como dices si es el padre de la ciencia ficción, quizá Wells quedaría como el padre de la ciencia ficción de extraterrestres o por lo menos el que le dio sus primeros empujónes.
R. Nik Skylight
14 Jul 2012Si bien concuerdo con el autor, que es una lectura pesada, cuando la leí no me gustó, entonces la leí nuevamente a ver que onda, tampoco me gustó mucho y al día de hoy creo que la debo haber leido 5 o 6 veces y sin decir que es mi libro favorito, me gusta bastante por ser el primero de esa onda (los viajes en el tiempo). Sin embargo, mi favorito es la continuación escrita en 1995 (a 100 años del libro original) por Stephen Baxter. Donde retorma la idea original y le da tantas vueltas que arma una historia de viajes en el tiempo completa, la que siempre he querido leer. Si te gustan los viajes en el tiempo (y sobre todo todas las teorías posibles existentes) leé “Las naves del tiempo” de Stephen Baxter.
Jurgen
15 Jul 2012Me llamo la atencion ese libro que comentas de Las naves del tiempo, tratare de conseguirlo.
R. Nik Skylight
15 Jul 2012si, al principio es medio denso porque es como una gran revisión del libro original, con muchas vueltas sobre eso, pero sobre la mitad del libro y sobre todo al final se vuelve más y más interesante, y te resulta imposible saber dónde terminará todo. Aparte, hace bastantes análisis sobre la teoría del multiverso (que comentaste, así como también que te parece algo imposible por la cantidad de universos que existirían). El autor le da una vuelta a eso para hacerlo bastante creíble. Y todo explicado con infinitos detalles. Encontrarás todo lo que buscás en una historia de viajes en el tiempo, creo que es muy completo. Buscalo en google, que lo conseguís. Yo lo conseguí así.